Hace pocos días ha regresado de la capital etíope, Addis Abeba, una delegación de investigadores y técnicos españoles que han realizado una expedición de seguimiento del proyecto SUTFUNGI III. Este proyecto es uno más de los pasos que se han dado en el país etíope para promover la conservación y el uso sostenible de los sistemas forestales mediante el uso de los recursos micológicos, que son extraordinariamente diversos.

La expedición ha seguido una agenda muy apretada, sin duda de gran utilidad, para la consecución de los objetivos marcados. Se han mantenido reuniones de alto nivel con responsables de distintas instituciones implicadas en la investigación y en el desarrollo de la gestión forestal en Etiopía. En este sentido se han estrechado lazos con el Ethiopian Forestry Development (EFD), institución de ámbito nacional responsable de planificar y ejecutar las políticas forestales en el país. Se ha profundizado en la colaboración con el centro que este Instituto tiene en Addis Abeba y además se ha ampliado la colaboración con el Centro satélite en Hawassa. Por otra parte, se ha trabajado en la firma de convenios bilaterales con el Ethiopian Biotechnology Institute de la Universidad de Addis Abeba y con la Universidad de Ambo. En la región de Sidama, se ha inaugurado oficialmente en primer Centro micológico destinado a la formación y al cultivo de hongos que será directamente gestionado por mujeres locales que han recibido formación previa en el marco del proyecto durante años.

Para poder llevar a cabo toda esta colaboración a lo largo de los años, una pieza clave del puzle de esta cooperación es el investigador Wubalem Tadesse quien es referente internacional de la investigación forestal etíope, y fundador del Ethiopian Environment Forestry Research Institute (EEFRI). El Dr. Tadesse coordina en Etiopía el proyecto de cooperación e innovación que tiene como objetivo final promover la gestión sostenible de los sistemas forestales etíopes incluyendo la puesta en valor del recurso micológico. Este proyecto, liderado por el Catedrático de la Universidad de Valladolid, Pablo Martín Pinto, miembro del Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible, grupo de investigación en micología aplicada y la Cátedra de Micología, y financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo, tiene el potencial de desempeñar un papel crucial en la preservación de los valiosos sistemas naturales de este país. El profesor destaca que “los hongos representan un recurso alimenticio de gran valor para las comunidades locales. Este es un esfuerzo más que se integra dentro de una serie de iniciativas de cooperación que se han llevado a cabo durante décadas, y que ahora se centran en el papel de la micología como impulsor del desarrollo en comunidades necesitadas”. Dentro de esta colaboración, se han implementado iniciativas de mejora social que destacan la riqueza del recurso micológico con un gran potencial en Etiopía. Los ecosistemas de este bello país albergan una vasta diversidad de hongos que, en numerosas ocasiones, pueden ser utilizados por las comunidades rurales para mitigar los periodos de escasez alimentaria más críticos.

Juan Andrés Oria de Rueda, director de la Cátedra de Micología, resalta que “es muy valioso el potencial de estos proyectos que aprovechan el recurso micológico como una valiosísima fuente de beneficios nutricionales para las comunidades locales, al tiempo que promueven la conservación de los sistemas forestales, los cuales se exponen a una intensa presión debido al rápido crecimiento demográfico en el país”. Además, el profesor Oria de Rueda destaca la estrecha colaboración con investigadores etíopes durante más de una década, resultando en la realización de varias tesis doctorales, numerosos estudios científicos y, lo que es más importante, en la generación de un valor económico significativo en las zonas rurales a través de un recurso previamente subutilizado y prácticamente desconocido en el país.

Martín Pinto destaca la importancia de la cooperación para impulsar proyectos que aportan un valor añadido muy importante a la investigación etíope. “La idea final es que la población local de las áreas rurales etíopes sea capaz de cultivar su propio alimento”, destaca, “y para ello haremos todo el esfuerzo que sea necesario”. Gracias a este proyecto, ya se han multiplicado hongos comestibles en los laboratorios de la Universidad Etíope de Adís Abeba y en esta expedición ha tenido lugar la inauguración oficial del primer Centro micológico destinado a la formación y el cultivo de hongos localizado en Wondo Genet, próximo a la importante ciudad de Hawassa. El profesor Martín Pinto destaca que la jornada de inauguración fue un momento personalmente muy especial ya que con ello se culminó un esfuerzo comenzado hace años para transferir el conocimiento a las comunidades rurales más necesitadas. El centro micológico de Wondo Genet estará gestionado y liderado por un grupo de mujeres de la localidad etíope que se han ido involucrando a lo largo de los años con el proyecto, en distintas jornadas formativas ofrecidas en el marco de esta colaboración con la Universidad de Valladolid.

Como consecuencia de esta labor a lo largo de los años, el Instituto de Desarrollo Forestal Etíope (EFD) hizo entrega de un prestigioso reconocimiento oficial al profesor Pablo Martin-Pinto. No había precedente de algo así en la institución etíope y le han dado carácter de Doctor Honoris Causa. Tras siete meses de gestión, se aprobó este reconocimiento que el profesor recogió emocionado. Desde el EFD afirman que “la incansable dedicación de Pablo Martín-Pinto ha dejado una huella imborrable en el sector de desarrollo forestal de Etiopía. El mandato del profesor Martin-Pinto en Etiopía se ha caracterizado por el compromiso de movilizar fondos para proyectos cruciales, facilitar oportunidades de educación superior para los etíopes en la Universidad de Valladolid, España, y encabezar iniciativas innovadoras como el cultivo de hongos para la seguridad alimentaria. A lo largo de su estancia en Etiopía, el profesor Pablo Martin-Pinto ha sido un firme defensor de la protección del medio ambiente, el desarrollo forestal y la mejora de los medios de vida en etíope. Su enfoque multifacético ha llevado a mejoras tangibles en las comunidades de zonas seleccionadas de todo el país, con prácticas sostenibles y empoderamiento en la vanguardia de sus esfuerzos”.

El subdirector general del EFD, el Dr. Motuma Tolera ha manifestado que la cooperación existente desde hace años por parte de los investigadores de la Universidad de Valladolid, ha tenido un impacto real en las decisiones de gestión y en la población más necesitada del país. Así apreció que “la contribución del profesor Pablo Martín-Pinto ha sido vital en el desarrollo comunitario y, por lo tanto, su legado impactará y servirá de inspiración para proyectos y acciones futuras”.

La gestión forestal sostenible y la micología aplicada suponen en esta ocasión el hilo conductor fundamental para la colaboración, la cooperación, y la ayuda entre sociedades de ámbitos geográficos muy distintos. El director del proyecto SUTFUNGI III, vuelve a destacar “el valor científico, pero sobre todo personal, que esta experiencia conlleva, ya que estamos extraordinariamente satisfechos por poder llevar a cabo estas acciones y ver cómo las poblaciones rurales más desfavorecidas pueden verse beneficiadas” y completa indicando de nuevo que “somos realmente muy privilegiados por las oportunidades que tenemos y es nuestra obligación poder ayudar a quienes más lo necesitan, en este caso aportando conocimiento científico que sea base para la toma de decisiones que mejoren la vida de la gente en Etiopía”.

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