La Universidad de Valladolid, a través del Vicerrectorado de Investigación, Innovación y Transferencia de la Universidad de Valladolid, ha homenajeado y agradecido este miércoles la labor de los investigadores voluntarios de las Universidades de Burgos, Valladolid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas e Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, que durante casi tres meses han prestado servicio a la sociedad mediante la realización de análisis PCR para detección de SARS-CoV-2 en el laboratorio LAPCoV.


Mediante un acto celebrado en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valladolid se ha querido reconocer la labor de los 37 voluntarios que han trabajado de forma altruista para reforzar los servicios de diagnóstico de COVID 19 en Castilla y León durante el tiempo que ha durado el estado de alarma.

Desde que empezara la actividad de LAPCoV, en abril del 2020, los investigadores voluntarios, pertenecientes a la Universidad de Valladolid, Universidad de Burgos, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) e Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), han analizado unas 10.000 muestras procedentes de diferentes provincias de Castilla y León, centenares de municipios y decenas de hospitales, centros de atención primaria y asistenciales. Entre las muestras recibidas se incluyen desde las procedentes de residencias de ancianos a las correspondientes al estudio de seroprevalencia llevado a cabo en todo el país.


Cabe destacar que este operativo se montó en un tiempo récord y en el momento más crítico de la pandemia, en el que la sociedad se encontraba en condiciones de confinamiento estricto. Se realizó un intenso trabajo para conseguir la capacitación de LAPCoV por el Instituto de Salud Carlos III para la realización de actividad diagnóstica, así como la validación de sus instalaciones, entre las que destaca un laboratorio de bioseguridad BSL3, ubicado en el Edificio LUCIA de la UVa, por el Ministerio de Ciencia e Innovación. De hecho, el 29 de marzo se recibió la encomienda por parte del SACyL de iniciar el operativo y el día 16 de abril, apenas dos semanas después, se comenzó a realizar análisis PCR de muestras de pacientes, tarea que ha continuado sin descanso hasta el 30 de junio pasado.

El trabajo de los voluntarios en este periodo ha sido encomiable y muy intenso. Cabe destacar que ha habido días en el momento más crítico de la pandemia en el que el equipo LAPCoV ha analizado hasta 450 muestras diarias de manera eficiente y sin retrasos remarcables.


Cabe destacar también que el equipo LAPCoV ha estado formado mayoritariamente por voluntarias, que han ocupado todos los puestos de trabajo, también aquellos de mayor riesgo en los que se trabaja con muestras potencialmente contagiosas. Si bien es cierto que en este ámbito de la ciencia la presencia femenina es remarcable, el porcentaje de mujeres en el equipo LAPCoV, el 84%, está muy por encima de la media que en el sector bio y en los respectivos laboratorios de la Universidad de Valladolid.


“Como científicos, sabemos que nuestro trabajo es útil y acaba generando riqueza y bienestar en la sociedad, pero esto normalmente sólo ocurre 20 o 30 años después de que realizamos un descubrimiento; investigamos hoy para que se aproveche en la siguiente generación. Pero en este caso no ha sido así, y hemos podido experimentar la utilidad inmediata de nuestro trabajo, pues hacíamos un experimento hoy para que también hoy, a última hora de la noche del día en que le fue tomada la muestra, en la mayoría de los casos, un paciente supiera si estaba enfermo o no; de lo cual nos sentimos orgullosos», señalan los investigadores del laboratorio.

El rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo, ha puesto en valor en su intervención el trabajo de las universidades públicas de Castilla y León. “Hemos estado a la altura de las circunstancias, hemos demostrado una gran capacidad de respuesta, eficacia y alineación con las instituciones sanitarias cuando el pasado mes de marzo, en la situación de crisis sanitaria en que nos encontrábamos, fue requerida nuestra ayuda».


“Debe quedar claro, según el rector de la UVa, que en las universidades, además de formar a los jóvenes para su futuro profesional, los investigadores que formamos parte de ellas somos personal altamente cualificado y fuertemente conectado e interesado por los problemas actuales de la sociedad, tanto sanitarios como medioambientales o energéticos, por poner sólo algunos ejemplos, y que nuestra labor finalmente redunda en la mejora del bienestar social, como así ha ocurrido en este caso».


A este acto han asistido la Consejera de Sanidad, la Consejera de Educación, los rectores de las Universidades de Burgos y de Valladolid, así como autoridades de ITACYL y CSIC.

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